Guasave, Sinaloa.- La magia del teatro guiñol invadió Ohuira, Ahome, en la clausura de la quinta edición del Festival del Niño Indígena Sinaloa 2025, con una obra que atrapó tanto a niños como a adultos: “Coyolim, aventuras de un niño yoreme”. Este espectáculo, cargado de cultura y tradición, ofreció una experiencia interactiva que permitió al público, tanto joven como mayor, disfrutar de la riqueza de la historia indígena a través de la obra, que se presentó en el Centro Ceremonial de Nuestra Señora del Carmen en Ohuira, un lugar simbólico que añadió aún más valor cultural al evento.
La trama de la obra gira en torno a Coyolim, un joven yoreme que se embarca en una misión para salvar los capullos de la mariposa Cuatro Espejos, un ser esencial para las danzas y rituales de su pueblo. Estos capullos se usan para crear los tenábaris, los instrumentos tradicionales que se colocan en las piernas durante las danzas indígenas y que producen un sonido característico, clave en las celebraciones de los yoremes. Durante la función, niños y adultos del público mostraron su emoción, llenando el ambiente de carcajadas y aplausos mientras seguían el desarrollo de la historia.
El evento fue una oportunidad única para conectar a las nuevas generaciones con su cultura ancestral. A través de títeres, danza y música, la obra reveló elementos de la vida y las costumbres indígenas, generando una respuesta positiva en los asistentes, quienes no solo se divirtieron sino también aprendieron sobre el valor simbólico y la importancia de la mariposa Cuatro Espejos para los pueblos yoremes.
Hortensia López Gaxiola, integrante del Colectivo Tarahumara Sinaloense y directora general del Festival del Niño Indígena Sinaloa, expresó su agradecimiento a todos los que participaron en la creación de este evento cultural. Destacó la relevancia del apoyo del gobierno del estado, que ha permitido que actividades como esta lleguen a comunidades que, de otro modo, no tendrían acceso a manifestaciones culturales tan enriquecedoras. López Gaxiola también remarcó que el festival está orientado principalmente hacia los niños, pero que su calidad permite que toda la familia disfrute de los espectáculos, sin importar la edad.
“Este esfuerzo está principalmente dirigido a los niños, pero cuando los espectáculos son de calidad, lo disfruta toda la familia, incluidos los adultos. En el festival hemos presentado narraciones orales, danzas indígenas, títeres y conferencias sobre el mundo indígena, como la charla de Esteban Mase, un joven que se ha especializado en la conservación de la mariposa Cuatro Espejos. Este insecto es muy importante en nuestra cultura, ya que de sus capullos se crean los tenábaris, que son cruciales para las danzas yoremes”, comentó López Gaxiola durante la clausura.
Los jóvenes danzantes, que también formaron parte del evento, expresaron su satisfacción por haber compartido su arte con los niños. Daniel Ángel, Miguel Ángel y José Ricardo, miembros del grupo Jóvenes Danzantes Yoremes, no solo participaron como artistas, sino también como espectadores de la obra. En su interacción con los pequeños asistentes, pudieron notar cómo los niños identificaron elementos de su vida y su cultura, lo cual enriqueció aún más la experiencia.
Al final de la función, muchos niños comentaron con entusiasmo lo que más les había gustado de la obra. Uno de los momentos más celebrados fue cuando el títere de Coyolim danzó al ritmo del Pascola, una danza tradicional, para simbolizar la salvación de los capullos y, con ello, la perpetuidad de la mariposa Cuatro Espejos. Este gesto fue especialmente significativo, ya que conectó a los niños con la importancia de preservar sus tradiciones y la naturaleza.
“Lo que más me gustó fue cuando bailó el Pascola al final”, comentó uno de los niños del público. Otro niño expresó: “A mí me gustaron los títeres, especialmente cuando la bruja le dio al Pascola y cuando bailó”. Este tipo de interacciones dejó claro el impacto positivo de la obra en los pequeños, quienes pudieron disfrutar y comprender más acerca de sus raíces culturales a través del arte.
El Festival del Niño Indígena Sinaloa 2025 recorrió seis municipios, entre ellos Choix, El Fuerte, Ahome, Juan José Ríos, Navolato, Mazatlán y Escuinapa, llevando espectáculos y actividades culturales a comunidades tanto urbanas como rurales. Gracias al apoyo del Instituto Sinaloense de Cultura (ISIC), miles de niños de diversas localidades, incluidas las más remotas, pudieron disfrutar del talento de los artistas sinaloenses, quienes compartieron su arte y conocimiento con el público local. Esta iniciativa ha sido clave para mantener vivas las tradiciones culturales de los pueblos indígenas de Sinaloa, y para que los más jóvenes se sientan orgullosos de su identidad y herencia.
En resumen, la quinta edición del Festival del Niño Indígena Sinaloa 2025 cumplió con su objetivo de acercar la cultura indígena a los niños y comunidades de Sinaloa, utilizando el arte como herramienta para fortalecer los lazos con sus tradiciones y preservar las costumbres ancestrales.
© INTEGRAsinaloa. Responsable de contenido. | Creado por Ordex System